Pocos
racinguistas recordarán a Juan Elejalde, pero fue consejero delegado del club
santanderino desde enero de 2006 al mes de abril de mismo año. Una etapa breve
y convulsa. Ayer este lotero de Deusto repartió integro el primer premio del sorteo del Niño.
Elejalde siempre ha sido un hombre vinculado al deporte y fue directivo del Athletic con José Julián Lertxundi y José María Arrate. También ejerció de vocal en el consejo de Administración del Bilbao Basket en la época posterior a la marcha de Gorka Arrinda. En el Racing estuvo menos de cuatro meses y apenas pudo despeñar ninguna labor. El directivo vasco chocó frontalmente con Manuel Huerta y dimitió rápidamente por “motivos personales”.
Elejalde siempre ha sido un hombre vinculado al deporte y fue directivo del Athletic con José Julián Lertxundi y José María Arrate. También ejerció de vocal en el consejo de Administración del Bilbao Basket en la época posterior a la marcha de Gorka Arrinda. En el Racing estuvo menos de cuatro meses y apenas pudo despeñar ninguna labor. El directivo vasco chocó frontalmente con Manuel Huerta y dimitió rápidamente por “motivos personales”.
Este
afortunado lotero vasco llegó al Racing de rebote dentro de una las operaciones
más esperpénticas de compra-venta de un club de fútbol español. Una oscura y
absurda trama con la empresa Dunviro, que fue capaz de adquirir un equipo de
Primera incluso antes de crearse. Política y chanchullos. De aquella operación
todavía quedan flecos pendientes y sufrimientos para la entidad. Juan Elejalde
era el hombre fuerte de Francisco Olmedo, que tuvo más bien poca fuerza o
ninguna
Olmedo puso la cara en aquella venta del Racing a los empresarios Jacobo Montalvo y
Ramiro Cid, que llegaron de la mano de Ángel Agudo en la enésima “salvación”
económica del club ante la salida de la familia Díaz y el vencimiento de los famosos créditos participativos, un agujero económico.
Elejalde,
hoy ya jubilado, siempre fue un hincha del Athletic, habitual en las tertulias de
radio y amante del deporte, pero en aquel convulso Racing no llegó casi ni a
aterrizar y nada pudo hacer desde los despachos. Ayer marcó su mejor gol y sí que participó en una
operación económica de gran magnitud y bastante más alegre que la de hace 12
años repartiendo dinero a sus vecinos.
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