Tomás Fernández representó a Cuba en una fase final del Mundial e incluso marcó un gol decisivo
Cuando se enumera a los
futbolistas cántabros que han disputado una fase final de un Mundial quizá haya
faltado siempre uno: Tomás Fernández Ruiz. Este centrocampista participó con la
selección de Cuba en el Mundial de Francia de 1938 y además marcó un gol decisivo.
Es más que probable que naciese en Santander, pero no hay apenas datos sobre su vida o son contradictorios. Explicamos sus más que probables orígenes cántabros y logros futbolísticos.
Es más que probable que naciese en Santander, pero no hay apenas datos sobre su vida o son contradictorios. Explicamos sus más que probables orígenes cántabros y logros futbolísticos.
Debido a los estragos de la
Guerra Civil y al aislamiento internacional en el que quedó sumido el país a
causa régimen franquista, España no participó en aquella cita mundialista
organizada por los galos, pero sí que hubo varios futbolistas españoles que
jugaron aquel torneo con la selección cubana. Es una historia muy desconocida
que revelaba Fernando Arrechea en ‘Cuadernos de fútbol’ en 2014.
Ha sido la única
participación en un Mundial de Cuba y la primera de un país caribeño. Su
clasificación tuvo poca épica, ya que la lograron porque el resto de selecciones
renunciaron a participar como medida de protesta y apoyo a Argentina, que iba a
ser la sede del evento aquel año. Jules Rimet se saltó la rotación
Europa-América prometida inicialmente para los Mundiales –Italia había acogido
la edición anterior– y se decantó por su país en una decisión controvertida… Solamente
Brasil y Cuba rompieron este boicot americano y acudieron a Europa.
La selección caribeña estaba
principalmente formada por jugadores de clubes fundados por españoles: el
Centro Gallego, la Juventud Asturiana, el Iberia y el Hispano América. Los cuatro de La Habana. El
gallego José Tapia, nacido en Vigo, ejerció de entrenador. Cabe recordar que Cuba había sido una provincia española hasta su independencia en 1898.
La expedición viajó a Nueva
York desde La Habana y desde allí a Francia. El viaje de regreso a América lo
hicieron nada menos que en el famoso transatlántico Queen Mary.
El control de registros
aduaneros de Nueva York es el que ha permitido conocer a los futbolistas
nacidos en España, aunque tuviesen nacionalidad cubana todos ellos.
Entre los futbolistas figura
Tomás Fernández –Thomas en la lista del Queen Mary– nacido en Santander según
el registro del barco SS Orizaba –en la travesía de ida– y en San Sebastián, según
los datos que figuran en el Queen Mary. Son errores típicos de la época y el
mismo aduanero que escribió Thomas en lugar de Tomás pudo “simplificar”
Santander escribiendo San Sebastián.
Su edad también varía de un
registro de embarque a otro, 30 y 28 años. En otras fuentes, de la propia expedición
cubana, aparece con 22 años e incluso con 21. Los apellidos Fernández Ruiz y el
nombre, Tomás, parecen más cántabros que vascos, pero tampoco hay muchos más
datos para asegurar que realmente era santanderino, aunque en Cuba sí que se
cree que era montañés y no vasco. De hecho, indagando en la Casa de Cantabria
de La Habana aparece entre sus socios –todavía viva en 2014– una anciana
natural de Cantabria llamada María Fernández Ruiz. Seguramente hermana menor de
Tomás. Revisando listados de vascos en Cuba no figura ningún Tomás Fernández
Ruiz ni nadie con esos apellidos. Por eso resulta prácticamente seguro afirmar que
el futbolista era cántabro y no guipuzcoano… Ya si era nacido en Santander ciudad o en otra
localidad del resto de la región es misión complicada de averiguar debido a que entonces la
capital daba nombre a toda la provincia.
En aquellos años era algo
común en los listados de embarque este baile de fechas y lugares de nacimiento,
por ejemplo a Manuel Berges, otro de los futbolistas de la selección antillana, le dan como nacido en Vigo y en Barcelona. “Los
errores y erratas en nombres de personas y localidades eran habituales en la
época en estas listas y dependían del oído, la cultura general o la rigurosidad
de la persona que tomaba los datos. Pero es improbable el error en el nombre
del país de nacimiento, por ello podemos aportar como exclusiva que tanto el
seleccionador cubano en Francia 1938 José Tapia como tres o cuatro de los
jugadores (Fernández, Bergés, Chorens y la duda de Arias) habían nacido en
España. Todos los jugadores pertenecían a clubs vinculados a la emigración
española a la isla”, relata Fernando Arrechea.
Tomás Fernández habría nacido
en 1908, 1919, 1915 o 1916 en Santander según los diferentes registros. Poco
más se sabe de su trayectoria y no figura en equipos montañeses de la época. Tampoco
en los donostiarras. Si emigró joven es algo
lógico y hay casos parecidos también en el fútbol cántabro, por ejemplo el de
Fabri Salcedo. Este delantero triunfó en el soccer más primitivo y entró a
formar parte del Museo de la Fama de este deporte en Estados Unidos. Salcedo
nació en Santander en 1914 y se marchó a Nueva York con 15 años, por tanto no
llegó a jugar a cierto nivel en España. El caso de Tomás Fernández podría ser
similar, aunque sí pudo estar en un Mundial, algo que le faltó a Salcedo y que pudo haberle dado un mayor reconocimiento internacional.
![]() |
Alineación del Club Deportivo Centro Gallego |
Tomás jugaba de centrocampista y tenía regate, gol, velocidad y buen disparo. Era el lanzador de penaltis de la selección. Militaba en el Club Deportivo Centro Gallego, que antes del Mundial se había proclamado campeón de Cuba. Era el club más potente de esos años en la isla centroamericana, ganó el campeonato de manera consecutiva desde 1937 a 1950. Ya en 1930 aparece un Tomás Fernández en las alineaciones del equipo jugando junto a Pepe Tapia, el gallego que luego sería seleccionador en Francia.
Una curiosidad, en agosto de 1931 visitó Cuba el Racing Club de Madrid con la intención de jugar tres partidos, pero al final disputó solamente dos al negarse el Centro Deportivo Gallego a jugar el choque contra los madrileños. Aquella gira terminó costando la desaparición al conjunto de la capital de España.
Pero volvamos al Mundial de Francia 1938. Allí la selección
de Cuba fue una de las sorpresas del certamen ya que superó la primera ronda,
algo con lo que pocos contaban eliminando a una curtida Rumanía. Eran eliminatorias directas, sin margen de error.
El tiempo reglamentario se agotó con empate a dos en
el marcador. Bindea había adelantado a los rumanos y Héctor Socorro empató la
contienda. Después los centroamericanos se pusieron por delante gracias a un
tanto de Magriñá y Baratky logró el milagro de disputar la prórroga. En el
minuto 103 Socorro volvió a poner por delante a los caribeños, pero casi de
forma inmediata Stefan Dobay niveló el marcador. El reglamento ordenaba
disputar otro partido completo cuatro días después. Rumanía logró marcar
primero, pero después Socorro y Tomás Fernández dieron la vuelta al resultado.
El cántabro anotó el gol decisivo en el minuto 58.
Tras vencer a los rumanos con un juego vistoso, los cubanos se convirtieron en favoritos en la siguiente ronda y en el combinado revelación.
Tras vencer a los rumanos con un juego vistoso, los cubanos se convirtieron en favoritos en la siguiente ronda y en el combinado revelación.
El desgaste le pasó factura a Cuba –tenía menos futbolistas de los 20 permitidos– y en la fase de
cuartos de final, fueron goleados por la selección que a la postre terminó en
cuarto lugar, Suecia, que no había tenido ni que jugar el primer encuentro ante Austria, ya que los centroeuropeos no habían podido acudir a causa de la anexión nazi de su territorio. El marcador final fue un escándalo, 8-0, pero es que además del
cansancio los caribeños se enfrentaron a un enemigo inesperado: la lluvia. El terreno de juego
del Stade de Fort Carree de Antibes era un barrizal y eso perjudicaba
especialmente a los antillanos, que practicaban un juego de pases cortos y rasos.
Todo el infortunio se cebó con los cubanos. Bolillo se retiró lesionado y no
había sustituciones y Tomás Fernández no convirtió un penalti, que atrapó el guardameta
nórdico, Abrahamsson.
“Sucedió algo que no esperábamos, llovió mucho y el campo se inundó. No estábamos acostumbrados a eso, nos resbalamos una y otra vez, y terminamos perdiendo 8-0”, recordaba Juan Tuñas para la FIFA en 2010.
Al
volver a Cuba la selección tuvo un gran recibimiento. Eran héroes. Allí les
esperaba también el famoso Euzkadi, el fabuloso conjunto de exiliados vascos que
contaba con Lángara, Blasco, Luis Regueiro, Ángel Zubieta –hermano de Santi, que
jugó en el Racing– o el también exracinguista Larrinaga. Perdieron 0-4 agotados por el viaje y el Mundial. Tomás no jugó. Sí lo hizo en otro duelo ante el Euzkadi con el Centro Gallego y en ese ganaron los isleños 4-2. El primer gol lo logró el cántabro de penalti.“Sucedió algo que no esperábamos, llovió mucho y el campo se inundó. No estábamos acostumbrados a eso, nos resbalamos una y otra vez, y terminamos perdiendo 8-0”, recordaba Juan Tuñas para la FIFA en 2010.
Fran Díez
muy buena nota, te felicito!
ResponderEliminar