El central de Barcelona compró el Andorra FC con la ambición de llevar el club a la máxima categoría
Entre los múltiples negocios y proyectos de Gerard Piqué está un club de fútbol de Segunda B: el FC Andorra. Esta temporada puede ser una de las revelaciones de la categoría.
Con el respaldo del central del Barcelona el equipo andorrano
parte entre los favoritos al ascenso a Segunda A. En los años ochenta y noventa
la entidad, fundada en 1942, militó 17 campañas en Segunda B. El
torrelaveguense Chili jugó allí en la campaña 91/92 justo antes de fichar por
el Racing.
Gerard Piqué ha llegado a decir públicamente que el objetivo es hacer sonar el himno de la Champions en el Principado… Algo que parece muy lejano para un club casi formado de la nada, pero el defensa no lo dijo de broma: “La gente que me conoce sabe que soy muy ambicioso y hoy tal vez reiréis, pero os digo que el himno de la Champions sonará en Andorra”.
De momento el proyecto no ha comenzado nada mal y se ha logrado el ascenso a Tercera desde Regional, pero la plaza en Segunda División B es comprada, la del Reus. La temporada pasada la pandemia dejó al club noveno en el Grupo III en su regreso a la división de bronce. El entrenador Nacho Castro solamente pudo dirigir dos encuentros tras sustituir a Gabri. Esta campaña sigue a los mandos pero con una plantilla mucho más ambiciosa y muy remozada.
El verano pasado se fichó a jugadores tan conocidos como Miquel Palanca, ocho temporadas en Segunda, el central francés Gaffoor, 150 partidos en Segunda A, o Víctor Casadesús, 423 partidos entre Primera y Segunda y 281 goles, pero en este mercado post-Covid se está apostando también por incorporar talento joven. Casadeús, que anotó cinco tantos en 24 partidos, y Gaffoor continúan; no es el caso de Palanca, que no jugó mucho.
Para esta campaña también se ha seguido tirando de talonario y de jugadores experimentados. La contratación estrella ha sido la de Marc Pedraza, 33 años, que llega procedente del Mallorca de Primera División. En la máxima categoría no ha tenido peso pero sí lo tuvo en el ascenso a la máxima categoría. David Martín, 28 años, ex del Rayo Majadahonda y con casi 200 partidos en la categoría, también aportará experiencia en Segunda B.
Lo mismo que el exracinguista Isma Cerro, 25 años, y que solamente las lesiones frenaron una buena progresión en el Sporting. El extremeño llegó a jugar diez encuentros en Segunda con los asturianos y es un jugador polivalente.
Pero con ellos ha llegado un ramillete de jóvenes valores como el central Álex Pastro, 20 años, que estaba en la cantera de la Sampdoria, Martí Villa, 21 años (Deportivo), Pau Martínez, 19 años (Espanyol), Marc Aguado, 20 años cedido por el Zaragoza, David Ballarín, 22 del Ejea, o Sergi Serrano, 20 años del Sant Andreu. En total han sido diez incorporaciones y todavía esperan algún “pelotazo” más.
El Andorra de Piqué aspira mínimo a colarse en la Pro,
Primera RFEF, y seguir creciendo en una temporada decisiva para todos los
clubes, pero se le debe incluir entre los 16 aspirantes a estar entre los 16 finalista de la sede única. De los 102 clubes solamente 40 se salvarán de la quema y el resto
bajarán a una cuarta categoría de escasa viabilidad económica, así que nadie quiere quedarse fuera.
Piqué no es un propietario de club de fútbol al uso. Todavía en activo tiene que delegar responsabilidades. Más todavía teniendo en cuenta todos los negocios en los que anda metido. El presidente del Andorra FC es Ferrán Vilaseca, uno de sus directivos de confianza en Kosmos, su conglomerado de compañías. De vez en cuando aparece por las instalaciones de Prada de Moles, un estadio con capacidad para 1.100 espectadores, y saluda a los futbolistas.
Desde la distancia está pendiente del día a día de la entidad y de cuidar a los patrocinadores… El principal es MoraBanc, el banco andorrano, muy potente para Segunda B. Nike es la firma que les viste. Hace poco el futbolista del Barça presentó en el Principado el nuevo himno del club, encargado al grupo catalán Els Catarres.
Todo lo que ocurre en el Andorra FC multiplica su repercusión gracias a los más de 20 millones de seguidores que tiene Piqué en las redes sociales, una ventaja con la que no cuentan otros equipos en una categoría de escasa visibilidad. Su departamento de marketing tampoco es de esta categoría y todos esos aspectos se miman al extremo.
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