El central internacional en una ocasión con Italia llegó al Racing en la temporada 2004/2005
A lo largo de toda la historia del Racing el club santanderino solamente ha contado en sus filas con un futbolista internacional con Italia: Alessandro Pierini.
Los hubo con pasaporte italiano, pero el central ha sido el único
trasalpino de pura y cepa que ha defendido la camiseta del Racing y de la Azzurra.
Pierini recaló en España ya veterano, con 31 años, en la temporada 2004/2005
procedente del Udinese. Su fichaje por el Racing generó mucha ilusión. Un defensa
internacional italiano de 1,87 y duro como una roca parecía una garantía… En
realidad sus últimas campañas no habían sido demasiado buenas y su experiencia internacional
se había limitado a un partido amistoso con la absoluta en el que Italia había
caído ante Argentina 1 a 2 en 2001. Eso sí, Pierini formó en la zaga junto a Cannavaro
y con Maldini y Pessotto en los costados. Casi nada.
Los números de su carrera eran impresionantes: 11 partidos en la Copa de
Europa, 8 en la UEFA, 207 en la Serie A, 24 en la Copa Italia… Había ganado una
Supercopa a la Roma de Batistuta y Totti jugando la final de titular con la
Fiorentina, 3-0.
La afición racinguista creyó que nada podía fallar. La temporada anterior
había disputado la UEFA con el Udinese y había jugado 22 partidos entre las
tres competiciones. En la 2002/2003 había estado cedido en el Parma y en la
Reggiana, también en la Serie A. En el conjunto parmesano jugó solamente cuatro
encuentros y 19 en la escuadra calabresa, cinco de Copa.
El Tano, como le apodaban, no se adaptó a Santander. Disputó cinco partido de Liga
con una expulsión tonta por doble amarilla ante la Real y un par de encuentros
coperos en los que marcó un gol… ¡Pero en propia puerta ante el Amurrio!
Era un central muy corpulento y se le notaba muy lento. Siempre parecía
estar fuera de sitio. Llegó a última hora, en el último día de mercado, y no pudo debutar hasta la tercera
jornada. Quizá su pretemporada no fue la más adecuada y no le dio tiempo a alcanzar
su mejor versión física. Rápidamente perdió la confianza del entrenador, Lucas
Alcaraz, con actuaciones nefastas, pero el técnico granadino le dio cinco
partidos consecutivos de Liga sin mejoría. Moratón, Pablo Casar, Oriol o Juanma
eran los centrales de la plantilla. En el mercado de invierno se trajo al
brasileño Argel, con peor rendimiento todavía que Pierini. “La ciudad era bellísima,
aunque el clima parecía inglés, creo que no tuve la confianza del entrenador y
jugué muy poco”, recordaba el italiano años
después de su paso por el Racing.
En el mercado de invierno el club cántabro intentó deshacerse de Pierini,
pero el italiano no quería abandonar tan rápido Santander. Solamente contaba
con una propuesta del Córdoba, el colista de Segunda que había sacado seis
puntos de los primeros 54 posibles. Dejar a un equipo en la élite para jugar en
un conjunto desahuciado no parecía buena idea y el central daba largas a los
racinguistas.
Pero el que se marchó al Córdoba fue su mejor amigo en el vestuario del Racing,
el argentino Cristian Álvarez, aquel lateral que lanzaba las faltas como los
ángeles. Le llamaba a diario para que aceptase la oferta del conjunto andaluz y
le acompañase en aquella aventura. Pierini no quería salir de la máxima
categoría bajo ningún concepto y para quitársele de encima le prometió que si
el Córdoba ganaba dos partidos seguidos se iría con él… Y los ganaron, 0-1 al
Valladolid con un tanto de Álvarez de penalti y 2-0 al Tenerife en El Arcángel
con otro tanto del argentino. “Me decía que estaban armando un gran plantel y
que podíamos hacer historia con la mayor remontada de la historia del fútbol…
Me llamaba a diario, así que al final no hubo manera de echarse atrás”,
rememora el defensa.
El Córdoba hizo números de campeón en la segunda vuelta, pero se quedó a un
solo punto de la salvación. Pierini se quedó otros cuatro años en el conjunto
cordobés, dos en Segunda B y otros dos en la categoría de plata. Se convirtió
en un emblema de aquel Córdoba y en su capitán, Il Capitano. Es el segundo extranjero con más partidos de la
historia del Córdoba con 155 encuentros. Su última campaña en Segunda marcó
nada menos que seis goles y disputó 39 partidos, todos ellos de titular y
completos con 36 años. La escuadra andaluza logró evitar el descenso de manera
holgada y firmó un decimotercer puesto.
Su trayectoria se volvió a cruzar en el camino de Lucas Alcaraz y fue su segundo entrenador en el Córdoba. Curiosamente la Copa del Rey les emparejó con el Racing. Los andaluces ganaron 2-0 en Córdoba y en el partido de vuelta eliminaron a los cántabros 3-1 en la prórroga.
Después de su etapa como segundo en el Córdoba dirigió al filial califal. Luego al CD Ronda y a varios clubes modestos en su país. Actualmente tiene 48 años y no está entrenando. Su último equipo fue el Spezia juvenil en 2020.
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