El club ha comenzado a sancionar a los culpables de los altercados violentos de esta temporada
El Racing-Alavés fue el segundo partido de silencio de La Gradona. Un espacio vacío y una afonía que se deja sentir en Los Campos de Sport de El Sardinero.
Para el club la solución a este conflicto pasa por cobrarse algunas "cabezas de turco" y ya ha comenzado el proceso. Encontrar a los culpables de los incidentes violentos y castigarles para que no paguen justos por pecadores. Para que no salga perjudicado el equipo en lo deportivo y la entidad, aunque la situación es mucho más compleja. La grada de animación protesta por lo que consideran medidas de represión. Este es el primer paso para llegar a una solución y que La Gradona vuelva a hacerse oír... O puede también enquistar más el conflicto.
Desde LaLiga, Policía Nacional o Delegación de Gobierno no se va a consentir que se repitan altercados en las calles de la ciudad. Se está comprobando en las últimas jornadas que hay mano dura contra los grupos ultras pese a que en El Sardinero hubo que padecer a unos 1.500 seguidores del Alavés faltando al respeto al Racing, a la ciudad de Santander, a Javier Tebas o incluso a todo el Estado sin venir a cuento. Fue algo desagradable y merecedor de sanción... Ya que LaLiga quiere terminar con este tipo de cánticos ofensivos y ofrecer un espectáculo familiar debería comenzar en impartir la misma justicia para todos.
Nada puede volver a ser lo mismo sin que caigan algunos culpables por los incidentes vividos en las previas ante el Oviedo y Málaga, pero La Gradona tarde o temprano tendrá que regresar de alguna manera. Seguramente no vuelva ser lo mismo dado el rumbo que está tomando el fútbol profesional.
El Granada ha expulsado y retirado sus abonos a una peña al completo, la Peña Fondo Sur, por unos incidentes violentos protagonizados por ellos en Cartagena según los informes de las fuerzas de seguridad. Una medida de aplicación inmediata. Esa fue la recomendación de LaLiga al Racing tras la pelea en Piquío: expulsar a Juventudes Verdiblancas al completo. El club optó por una medida más prudente, pero que también conlleva la prohibición de acceder al estadio y la retirada del abono sin devolución económica de varios de sus miembros. El Consejo de Administración del Racing ha aprobado un nuevo reglamento interno más duro y restrictivo con algunas cláusulas incluso de dudosa legalidad ya que atentan contra derechos fundamentales. No se respeta la presunción de inocencia. Con él en la mano el Consejo podría adoptar la misma media que el Granada y expulsar ya al completo a Juventudes Verdiblancas si hubiese más reyertas o incidentes graves... Es la peña más numerosa del club con gran diferencia.
El nuevo reglamento está encaminado a erradicar la violencia en el fútbol y a los ultras, objetivo común en LaLiga que preside Javier Tebas. Los beneficios que puede otorgar el Racing a las peñas, a su criterio, pueden ser retirados si una peña está declarada como grupo violento. “Sin perjuicio de las valoraciones que realicen las fuerzas y cuerpos de seguridad pública, se considerará como violenta, la peña o grupo de seguidores en la que tres o más de sus miembros estén siendo objeto de investigación por falta muy grave al amparo de este reglamento o en vía administrativa o penal”, se indica. A una peña con tres de sus miembros investigados por su comportamiento se la puede impedir el acceso al local de APR, por ejemplo. A todos sus miembros o expulsarla en su totalidad. Este supuesto ya se está cumpliendo ahora mismo. Todos los peñistas deberán de estar registrados y controlados por el director de seguridad del club.
El Real Racing Club ya ha comunicado por escrito a varios miembros de Juventudes Verdiblancas que tienen prohibido el acceso al estadio o a las Instalaciones Nando Yosu de manera cautelar, pero inmediata, mientras prosigue el proceso judicial por los altercados de esta temporada. Son más de tres. Todos ellos han sido identificados por la Policía Nacional en los incidentes vividos en las previas de los encuentros ante el Oviedo y el Málaga.
Ahora está por dilucidar si después de la "depuración" de aficionados considerados violentos se permitirá a peñas de La Gradona de los Malditos volver a introducir material de animación al estadio y si estos aficionados aceptarán volver sin algunos de sus miembros.
Por ejemplo, el FC Cartagena anunció esta semana que quedaban prohibidos en el interior del Estadio Cartagonova el uso de elementos de animación como bombos o pitos, estando sólo permitido el uso de las banderas y tifos autorizados. Algo similar a lo que ha pasado en El Sardinero. "Dicha medida era de obligado cumplimiento desde el inicio de esta temporada, pero tras los últimos incidentes, el organismo policial ha decidido poner en marcha la medida dictada por la OND (Oficina Nacional del Deporte) para el inicio de temporada", indicaba el club cartagenero en un comunicado. Por algo así ha dejado de animar La Gradona al completo.
El motivo de todo esto es la pelea entre ultras del Cartagena y el Granada del pasado 30 de octubre. El club cartagenero no ha expulsado a una peña al completo pero sí ha cancelado el abono con prohibición de acceso a sus instalaciones a tres miembros de la Peña Black and White y a cuatro de la Peña Curva Vickers. ambas ubicadas en la grada de zona de animación.
Según vaya identificando a más aficionados la Policía Nacional se irá siguiendo el mismo procedimiento de expulsión. Hay dos implicados que no eran abonados por lo que el proceso sancionador corresponde a la Policía.
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