Crónica del Mirandés-Racing de Santander
José Alberto cambió de sistema y puso en liza tres centrales y dos carrileros para
igualar al Mirandés de Joseba Etxeberria. El conjunto santanderino salió
presionando muy arriba y dejando muchos espacios atrás. En el primer minuto ya
hubo una buena ocasión que desperdició Roko Baturina.
Antes de cumplirse el minuto tres el Mirandés abrió el marcador en su primer
acercamiento al área cántabra y en el primer balón que tocaba Raúl García de
Haro, el artillero en racha, totalmente solo en el corazón del área. El
delantero del Betis aprovechó un buen servicio raso de Juanlu, canterano del
Sevilla ante una zaga muy despistada. Talento andaluz en tierras burgalesas.
Beñat Prados robó a un dormido Baturina el balón dentro del área en el minuto 11. Juergen
le pasó el balón y quizá tuvo que disparar desde la frontal. El conjunto de
José Alberto reaccionaba al mazazo del gol jabato. En el minuto 14 Roberto
López estrelló el balón en el travesaño con un mísil tremendo en cuanto le
dejaron un par de metros. Ezkieta tocó lo justo para desviar un centímetro el
esférico. Pintaba mal el partido para el Racing a pesar del ánimo incansable de
los más de mil aficionados en las gradas.
Un dinámico Íñigo Vicente vio el espacio que nadie vio centrando desde la derecha a
Dani Fernández dentro del área. El lateral llegó a rozar el balón, aunque
Herrero pudo atraparlo sin problemas. Los problemas defensivos seguían, especialmente
a balón parado, pero arriba al menos intentaba generar algo el Racing.
En el 26 apareció Jordi Mboula, que disparó buscando puerta y se topó con el
brazo de Alex Martín. El árbitro no dudó y señaló penalti. Íñigo Vicente falló
la pena máxima y Alfonso Herrero fue capaz de aguantar al vasco y con algo de
fortuna atrapó la pelota. Sigue la baja efectividad de los cántabros desde los
once metros, cinco fallados de nueve. Para resarcirse Íñigo Vicente intentó la famosa cuchara
en una contra con el guardameta toledano adelantado, pero se le fue un pelín alta justo
antes de la pausa de hidratación.
Y a punto de alcanzar el minuto 42 Juergen Elitim hizo magia en una falta directa, que había cometido Rey sobre Vicente. Un golazo del colombiano con mucho efecto. El cafetero quiere quedarse en Santander… y este tanto es una invitación a llegar un acuerdo con el Watford.
En el 51 Salinas intentó sorprender a Ezkieta con un centro-chut, pero el
navarro estuvo muy atento. El Racing defendía mejor que en el arranque del
duelo, lo cual no era difícil.
En el 60 un pase de Juanlu lo remató de cabeza Raúl García de Haro en
otra ocasión de oro.
Un centro de Juergen buscando a Mattheus y un disparo malo de Aldasoro fueron
la reacción racinguista. El conjunto de José Alberto volvió a sufrir atrás y
mucho en varios saques de esquina. Hundido en área propia. En el 88 Oriol Rey
probó fortuna desde lejos y se encontró con un Ezkieta bien colocado para
despejar a córner un chut tan centrado.
Pombo metió un gran pase a Matheus que controló mal dentro del área y perdió una gran ocasión para llevarse los tres puntos. Seis minutos más añadió el árbitro, pero no pasó nada más.
CD Mirandés, 1: Alfonso Herrero; Juanlu, Prados (Raúl Navas, min. 85), Barbu, Álex Martín, Salinas; Oriol Rey, Gelabert (Álvaro Sanz, min. 74), Roberto López (Javi Llabrés, min. 67); Pinchi (Jofre Carreras, min. 74), Raúl García.
Real Racing Club, 1: Ezkieta; Dani Fernández, Mantilla, Pol Moreno, Satrústegui; Aldasoro (Iñigo, min. 91), Juerguen; Mboula (Sangalli, min. 59), Iñigo Vicente (Pombo, min. 84), Saúl García; Roko Baturina (Matheus Aias, min. 59).
Goles: 1-0: Raúl García, min. 3; 1-1: Juerguen, min. 42.
Árbitro: Daniel Jesús Trujillo Suárez. Comité territorial tinerfeño. Amonestó a Álex Martín y Barbu por el Mirandés y a Saúl García y Mantilla por el Racing.
Incidencias: Partido correspondiente a la 39ª jornada de LaLiga SmartBank disputado en el Estadio Municipal de Anduva (Miranda de Ebro) ante 4.350 espectadores, unos 1.100 racinguistas. Mucho calor y ni rastro de las tormentas anunciadas. Hubo un problema de control de accesos que impidió a muchos seguidores cántabros acceder al estadio hasta ya comenzado el duelo.
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