Íñigo Sainz-Maza, de Ampuero al cielo

Afición y equipo disfrutan su idilio en los Campos de Sport de El Sardinero

Íñigo Sainz-Maza regresaba a la titularidad después de dos partidos saltando al césped desde el banquillo y el capitán estuvo a buen nivel. Una imagen del centrocampista con la grada norte al fondo refleja bien la comunión entre la afición y el equipo que se vive en la actualidad.

José Alberto le sustituyó por el francés Grenier ya en el minuto 87 y La Gradona de los Maldiots le despidió con el cántico "Íñigo, el de Ampuero" al ritmo del 'Carnaval, te quiero'. El mediocentro se ganó una buena ovación.

Al acabar el encuentro se quedó un instante solo delante de la grada de animación aplaudiendo, cantando... y sonriendo. Estuvo junto con el resto de sus compañeros, pero cuando todos se marcharon al vestuario el capitán quiso más. Unos segundos en los que tal vez pensara "me gustaría estar con esa gente ahí, disfrutando. Con mi gente". La imagen refleja a la perfección el idilio entre afición y equipo desde la llegada del entrenador asturiano. Los resultado en los Campos de Sport son simplemente espectaculares desde que llegó José Alberto.

Una lesión de rodilla obligó a jugar a Íñigo con mucho dolor durante buena parte de la temporada pasada. Eso lastró su rendimiento. Cada vez que arrancaba en velocidad veía las estrellas. Tras el descanso veraniego está mejor, aunque parece que ahora siempre se generan dudas si no tiene un buen partido. Su entrenador dejó claro que ya está al 100% y que la titularidad de Morante en los dos partidos anteriores obedecía a cuestiones técnicas.

Con Sainz-Maza y Aldasoro el doble pivote del Racing gana mucho músculo, se vuelve infranqueable y son dos mediocentros que ayudan mucho a sus laterales. Seis balones recuperó el de Ampuero y nueve el donostiarra. Son una pareja ganadora de duelos, 7 de 8 se llevó Aldasoro y 7 de 12 ganó Sainz-Maza. El problema fue con balón, algo que se suele achacar a la pareja de pivotes cuando actúan juntos. El cántabro tuvo un 73% de acierto en los pases, 24 de 33, y el vasco un 81%, 35 de 43, aunque una de sus pérdidas pudo costar cara.