Comenzó a entrenar muy tarde en el fútbol profesional, pero con una historia detrás que le ha hecho más fuerte
Dick Schreuder es seguramente el entrenador más atípico de toda LaLiga Hypermotion por su trayectoria y por su propuesta futbolística.
Una rara avis en la Segunda División de España y también en el fútbol europeo. Realmente es el único técnico extranjero esta temporada 24/25 porque el italiano Alessio Lisci comenzó ya en nuestro país su carrera en los banquillos. El romano habla un español perfecto mientras que Dick llegó a Primera RFEF sin hablar ni una palabra. Ahora entiende algo más y chapurrea algo gracias a la aplicación Duolingo, que suele utilizar en los desplazamientos. Las ruedas de prensa todavía son en inglés y con traductor. Es una pena porque es un gran conversador.
Tiene 53 años y fue futbolista profesional. En el PSV estuvo cuatro campañas y figura una liga y una supercopa de los Países Bajos en su palmarés, aunque nunca tuvo mucha continuidad en uno de los clubes importantes de su país y en aquella época de Europa. Toda su carrera transcurrió en el fútbol tulipán excepto un breve paso por el Stoke City inglés que se terminó por una lesión de rodilla, que ya estaba renqueante. Disputó 92 partidos en la Eredivise, la mayoría con el RKC Waalwijk. Se retiró joven y con una rodilla destrozada. Todavía le pasa factura.
Su hermano Alfred también fue futbolista profesional y también es entrenador, ahora está en Arabia, en el Al-Nasr -no es el de Cristiano Ronaldo-, y lo fue del Ajax. También fue segundo de Koeman en el Barcelona, de Julien Nagelsmann en el Hoffenheim o de Ten Hag en el Ajax. Tiene un currículum importante, aunque ahora se esté hablando más de su hermano mayor. Han trabajado juntos varios años. Son muy reconocidos en el fútbol de los países bajos como estudiosos del fútbol. Su padre también fue futbolista de cierto nivel, pero lo dejó rápido para atender los negocios del abuelo de Alfred y Jan-Dirk. Tienen otro hermano Bart, que también es entrenador. Ahora trabaja con Alfred en Arabia.
Cuando Dick Schreuder dejó el fútbol, con 30 años, empezó a trabajar en la construcción en la empresa que tenía su padre. No quería saber nada de fútbol y tampoco se quedaba en la oficina. Ese trabajo de calle a pie de obra le curtió y recuerda a sus pupilos lo duro que es la vida fuera del fútbol cuando da caña en los entrenamientos. Es muy inquieto y no puede estar sentado mucho tiempo.
Tardó tres años en sacarse la licencia de entrenador y aunque jugaba a veces al fútbol con los amigos apenas podía por los dolores en la rodilla. Lo mismo le ocurre ahora con el pádel, así que se limita a dar largos paseos y a la playa. Aquella etapa coincidió con el fallecimiento de su sobrina, hija de Alfred, con solamente seis añitos a causa de un tumor cerebral. Luego se divorció y se quedó con dos niños de cinco y seis años en casa. Así que estuvo diez años entrenando en categorías inferiores y viviendo el fútbol de una manera más tangencial y no profesional. Seis campañas como técnico en la base del club de su localidad natal, el Barneveld, un equipo aficionado, hasta que en 2013 Edgar Davids se le llevó de segundo al Barnet inglés. Regresó como entrenador a su país y estuvo cuatro campañas en el VV Katwijk y luego estuvo en la MLS de segundo entrenador de su hermano en el Philadelphia Union. Fichó después, también como asistente de su hermano en el Hoffenheim alemán, que se codeó con los grandes en la parte alta de la Bundesliga, y regresó a los Países Bajos como segundo en el Vitesse de Thomas Letsch. Un cese le hizo volver a ser primer entrenador del PEC Zwolle de la Eerste Divisie, la segunda categoría neerlandesa, y logró un importante ascenso siendo subcampeón con un fútbol muy ofensivo en su primera campaña completa allí y eso le llevó al Castellón. Bob Voulgaris, el propietario, es un ferviente creyente del big data aplicado al deporte y los números del Zwolle eran de escándalo. Así llegó hasta Dick o han fichado al brasileño Douglas, que jugaba en Letonia, una competición muy poco seguida. La entidad albinegra no tiene director deportivo y el dueño y el cuerpo técnico son los que fichan. Los datos mandan, aunque con alguna excepción a petición expresa del banquillo.
FÍSICO
Aunque pueda sorprender en una propuesto ofensiva la clave del trabajo de Dick Schreuder está en el aspecto físico. Sus equipos vuelan. Su idea de fútbol requiere correr mucho. "De la forma en la que quiero jugar tienes que correr mucho sin el balón, pero también cuando tienes la posesión, porque solo hay un jugador de tu equipo que tiene el balón y el resto también debe correr. No se trata de pasar, pasar y pasar el balón y jugar andando. Ese no es mi estilo y tampoco es lo que se lleva ahora. Si te fijas en entrenadores españoles, Guardiola ya no juega así, Xabi Alonso practica un juego más dinámico, presionando hacia delante, también Fàbregas en el Como o Arteta en el Arsenal. Ahora se trata de hacer pases rápidos, pases cortos, ir rápido hacia delante en transición, presionar arriba... Muchos entrenadores están anclados en la idea de la posesión y eso que llaman tiquitaca, pero si presionas rápido y recuperas pronto el balón tienes más espacio para el tiquitaca", explicaba en una entrevista en El Mundo. Su equipo es dinámico y presionante arriba, con un ritmo muy alto y mirando a portería contraria siempre. Se parece a lo que plantea José Alberto.
TÁCTICA
El Castellón emplea un 1-3-5-2 o un 1-3-4-3, pero más allá del dibujo la clave del equipo es la movilidad que tienen arriba los jugadores intercambiando posiciones. Tres defensas y un centro del campo en rombo con dos extremos muy abiertos y un delantero. Es un esquema muy ofensivo lo que genera que pasen muchas cosas en las dos aéreas. Para el conjunto orellut es vital aprovechar las ocasiones que genera, algo que no había ocurrido hasta el partido en casa del Almería porque sabe que atrás tiene complicado dejar la portería a cero, aunque lo ha logrado en dos de los cinco encuentros. "También es importante, por la forma en que jugamos, que aprovechemos las ocasiones porque sabemos que a nosotros también nos crearán. Es la calidad en el área lo que marca la diferencia. Necesitamos mejorar en eso, en marcar las ocasiones que tenemos. Somos el equipo que más ocasiones genera, que es algo muy bueno, así que el porcentaje de oportunidades que desperdiciamos es un poco alto. También se puede mejorar en cómo presionamos y cómo defendemos los espacios atrás. Al final está claro que puedes mejorar en todo, en ataque, en defensa, los lanzamientos, todos los pequeños detalles... Lo que sí sé es que todo el mundo trabaja duro para lograrlo", analizaba antes del duelo ante el Almería. Ante el Cádiz en Castalia (1-3) le condenaron los errores atrás. "Cometimos errores en el inicio de la segunda parte. De hecho, en esos siete minutos, hicimos tres fallos que nos costaron goles aunque en todos los partidos se cometen errores. En este caso, no fueron los errores sino los goles que nos marcaron y cómo fueron. Tenemos que aprender de eso, hacerlo mejor", dijo molesto.
PROPUESTA VISTOSA
La sensación al ver un partido del Castellón es que practican un juego atractivo, de que van a pasar cosas. Ahora mismo Racing y Castellón son los equipos más divertidos de ver. La escuadra orellut no es un equipo de posesión, la clave es qué hacer con el balón cuando se tiene aunque ahora mismo es el segundo equipo que más tiene el esférico: un 60,3% de media. Es el tercer equipo en asistencias de gol, asistencias totales y regates. También duelos individuales perdidos, no les importa arriesgar. Es el equipo que más pases ha fallado en cinco jornadas. El segundo es el Racing de Santander. Lidera la tabla en pases fallados y acertados en campo contrario donde intentar vivir siempre. Es el cuarto equipo que más dispara a puerta. O el quinto en saques de esquina. Estadísticas que reflejan ese estilo ofensivo claro. La temporada pasada el Castellón marcó 74 goles en 38 jornadas en la fase regular y además muy repartidos entre toda la plantilla.
REFERENCIAS
En su etapa de jugador tuvo a entrenadores de primer nivel como Guus Hiddink, Huub Stevens, Bryan Robson o Bert Jacobs. Tiene un claro base de esa escuela holandesa que universalizó Cruyff. De todos ellos destaca su capacidad para hacer grupos unidos y solidarios, así como saber gestionar los malos momentos. El liderazgo. En eso le echa una mano Haris Medunjanin, su segundo esta temporada y futbolista en activo el curso pasado en el Castellón. Con su sistema hay errores individuales porque muchos jugadores atrás se la juegan en uno contra uno y el técnico pide que las críticas se centren siempre en él. Dick Schreuder se define como un entrenador "directo". "Si algo no me gusta lo digo. Además, creo que saco lo mejor de mí cuando las cosas no van bien y todo el mundo está en contra mía, sé mantener la calma y seguir adelante. Cuando todo el mundo dice que tenemos que ir hacia un lado, yo no voy hacia ese lado, solo hago lo que pienso que es lo mejor para el equipo", explicaba en esa entrevista en El Mundo.
LA GORRA NEGRA
Su gorra negra ya es signo distintivo del míster. No usa de otros colores. Es discreto. Dick Schreuder es muy metódico y obsesivo con el trabajo. No es de sonreír mucho y tiene genio. Después de los entrenamientos en grupo realiza sesiones individuales de vídeo con algunos futbolistas. Les hace ver clips de otros jugadores para mostrar en qué pueden mejorar o para que hagan cosas diferentes. Las sesiones en el césped son de alta intensidad y muy duras. Cuando llegó al Castellón enseñó muchísimos vídeos de Zwolle, con el que había bajado y subido a la Eredivise para que el grupo captara lo que quería. Realmente ha sido ese su primer equipo de autor siendo primer entrenador. Voulgaris le firmó un contrato por cuatro temporadas.
HARIS MEDUNJANIN
La temporada pasada disputó 35 partidos con nueve goles y seis asistencias con 38 años para 39. Fue decisivo para lograr el ascenso sobre todo por su peso en el vestuario. Colgó las botas este verano y se quedó como segundo de Dick Schreuder. Son íntimos amigos y se conocen desde los tiempos de la MLS. Coincidieron en el Philadelphia Union. Internacional bosnio en 60 ocasiones se crio en los Países Bajos, fue también internacional con ellos en categorías inferiores. Estuvo en el Mundial de 2014. El técnico ya se le llevó a jugar al Zwolle. Son como familia y todas las noches ven fútbol. Medunjanin jugó en el Valladolid y en el Deportivo y vino a ayudarle en su adaptación a España. Es una pieza importante en su proyecto.
DIFERENCIAS EN ESPAÑA
El técnico neerlandés no echará de menos algunos campos de Primera RFEF poco apropiados para su concepción del fútbol. Es lo que menos le ha gustado de España. "Quizás entre los clubes top de Primera Federación con los últimos seis o siete equipos de Segunda no hay mucha diferencia pero si ves el resto de equipos, son buenos", considera. Dick Schreuder también es consciente que la mayoría de clubes que suben a Segunda bajan esa misma temporada o a la siguiente. "No creo que haya mucha diferencia. Quizás en España se busca un poco más la posesión. Es lo que se hacía también en Holanda, pero allí hace unos años que se cambió para jugar más directo y más rápido, apostando más por la presión y asumiendo más riesgos. Personalmente me he fijado en lo que hacen en el extranjero, en Alemania, en Estados Unidos o en Inglaterra para desarrollarme como entrenador y no sólo ceñirme al estilo holandés o al español, sino también desarrollar mi propio estilo de juego. Hay que estar abierto a otras culturas, creo que es algo muy importante. El nivel en España sí es mucho más alto que en Holanda porque es un país más grande y hay más clubes. En Segunda División también hay clubes más grandes con los que puedes competir aunque tengas menos dinero, pero es mucho más difícil, así que hay que ser más inteligentes y hacer las cosas de otra manera. Eso es lo que intentaremos hacer, especialmente este primer año en Segunda. Tenemos que sobrevivir, intentar ser más listos", contaba este verano.
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