Mi nombre es Jonathan Pérez Herrera y soy seguidor del Racing desde hace muchos años, aunque soy de Barcelona. Realmente, no hay nada ...
Mi nombre es Jonathan Pérez Herrera y soy seguidor del Racing desde hace muchos años, aunque soy de Barcelona. Realmente, no hay nada que me ligue con Cantabria y sin embargo, soy un fiel aficionado del equipo de racinguista. Gracias a él, no sólo me he llevado alegrías —también alguna que otra decepción, claro—, sino también amistades como la de Fran Liérganes y su hijo, además de poder vivir algo que recordaré toda mi vida: el ascenso a Segunda División hace dos años contra el Llagostera en el templo racinguista.
Me gusta mucho escribir y vuestra plataforma racinguismo.com me encanta. Leo a diario vuestros artículos y desde aquí sigo toda la actualidad del equipo. Os felicito sinceramente por vuestro crecimiento, arrebatándole protagonismo incluso a El Diario Montañés y ayudando al resto de racinguistas que vive lejos de Santander a estar al día de la actualidad de su equipo. Leí el miércoles el texto del aficionado de Segovia y me sentí muy identificado. Resulta complicado explicar nuestra pasión por el Racing en el entorno más cercano a los que vivimos tan lejos.
En Barcelona son muchas las personas que se extrañan cuando les digo orgulloso que soy del Real Racing Club de Santander y, perplejos, me preguntan cuál es la razón. Para mí, la respuesta es muy sencilla, desde siempre he pensado que lo más fácil es ser del F.C. Barcelona o del Real Madrid, puesto que son ellos quiénes ganan títulos o copan todas las portadas y minutos de los principales medios de comunicación, sin embargo, el fútbol es mucho más que trofeos y, por este motivo, ellos jamás podrán experimentar el enorme placer que uno siente al saborear un ascenso en El Sardinero. El sufrimiento y la alegría que experimentó la afición racinguista en la grada, o a miles de kilómetros, va más allá de levantar un trofeo detrás de otro. El Racing es un club centenario, con una historia labrada a fuerza de trabajo y pundonor de la que también me siento orgulloso.
Esa sensación, esa euforia, esa sonrisa que inevitablemente esbozas al ver tu equipo conseguir un ascenso tras todo lo sufrido aquel año, con gente que jamás debió presidir nuestro equipo e indeseables que junto a ellos expoliaron todo nuestro pequeño patrimonio, no la cambio por nada. Afortunadamente, y con los valores por los que este club se caracteriza, volvió a resurgir como un Ave Fénix con más lucha, garra y fuerza. Una fuerza que todos pudimos transmitir para expulsar a semejante calaña y rescatar a la institución aunando esfuerzos para conseguirlo. Por algo así merece la pena seguir a este club.
Me gusta mucho escribir y vuestra plataforma racinguismo.com me encanta. Leo a diario vuestros artículos y desde aquí sigo toda la actualidad del equipo. Os felicito sinceramente por vuestro crecimiento, arrebatándole protagonismo incluso a El Diario Montañés y ayudando al resto de racinguistas que vive lejos de Santander a estar al día de la actualidad de su equipo. Leí el miércoles el texto del aficionado de Segovia y me sentí muy identificado. Resulta complicado explicar nuestra pasión por el Racing en el entorno más cercano a los que vivimos tan lejos.
En Barcelona son muchas las personas que se extrañan cuando les digo orgulloso que soy del Real Racing Club de Santander y, perplejos, me preguntan cuál es la razón. Para mí, la respuesta es muy sencilla, desde siempre he pensado que lo más fácil es ser del F.C. Barcelona o del Real Madrid, puesto que son ellos quiénes ganan títulos o copan todas las portadas y minutos de los principales medios de comunicación, sin embargo, el fútbol es mucho más que trofeos y, por este motivo, ellos jamás podrán experimentar el enorme placer que uno siente al saborear un ascenso en El Sardinero. El sufrimiento y la alegría que experimentó la afición racinguista en la grada, o a miles de kilómetros, va más allá de levantar un trofeo detrás de otro. El Racing es un club centenario, con una historia labrada a fuerza de trabajo y pundonor de la que también me siento orgulloso.
Esa sensación, esa euforia, esa sonrisa que inevitablemente esbozas al ver tu equipo conseguir un ascenso tras todo lo sufrido aquel año, con gente que jamás debió presidir nuestro equipo e indeseables que junto a ellos expoliaron todo nuestro pequeño patrimonio, no la cambio por nada. Afortunadamente, y con los valores por los que este club se caracteriza, volvió a resurgir como un Ave Fénix con más lucha, garra y fuerza. Una fuerza que todos pudimos transmitir para expulsar a semejante calaña y rescatar a la institución aunando esfuerzos para conseguirlo. Por algo así merece la pena seguir a este club.
Ninguna otra afición podrá alardear del “Racing de los cojones” comandado por un Paco Fernández al que no se le otorgó el crédito que mereció tras superar calamidades en el club y no hacerlo peor que su sucesor. Todo lo contrario. Aquel equipo dio una lección de dignidad a todo el planeta negándose a jugar en la Copa del Rey, el que era el partido de sus vidas para muchos de aquellos modestos futbolistas.
El Racing es un equipo diferente, nos llaman equipo “pequeño” al lado de los “grandes”, pero lo cierto es que no tenemos nada que envidiarles. Prefiero un Sardinero lleno de fieles racinguistas liderado por La Gradona y sus incansables cánticos, entre ellos uno tan emotivo y especial para mí, como La Fuente de Cacho. Escuchar esa canción entonada al unísono por miles de gargantas en un escenario como el Parque de los Príncipes de París, en aquella fase de grupos de nuestra primera, y hasta la fecha, única participación en la antigua Copa de la UEFA, fue algo que llega muy dentro.
Los que me preguntan por motivos tampoco tienen el placer de formar parte de una afición como la nuestra, tan acogedora y agradecida. Con el Racing no sólo he disfrutado del fútbol, sino que también me ha hecho conocer a grandes personas, muy amables, que me han enseñado algunos capítulos de la historia de nuestro centenario club y su ciudad.
Con todo esto, solamente me pregunto, ¿y por qué no voy a ser del Racing?
Con todo esto, solamente me pregunto, ¿y por qué no voy a ser del Racing?
Jonathan Pérez Herrera
Grande Jonathan.
ResponderEliminarTodos somos el Racing
ResponderEliminaryo tambien le conozco ,ese dia vino en el bus del llagostera jejejej inflitrado
ResponderEliminarEres un Crak tio Yo vivo en Portugalete Bilbao cuando me preguntan que como soy del Racing les he contestado lo mismo que Tu.Es muy facil ser del Madrid y del Barsa Un nabrazo muy fuerte
ResponderEliminarMuchas gracias por los comentarios, un abrazo a todos y Daniel Mendez, espero que podamos volver a vernos en El Saedinero con idéntico resultado y si hace falta volver a infiltrarme con alguno de los equipos catalanes jajaja ¡¡¡saludos!!!
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