El auditor Manuel Expósito analiza la situación financiera del Racing de Santander de cara a la temporada 21/22.
El auditor profesional Manuel Expósito Maleras analiza la situación financiera del Real Racing Club de cara a la temporada 2021/2022.
El Racing presentó esta semana unas cuentas
anuales de la temporada 2021 militando en la 2ªB, tercera categoría del fútbol
nacional, en las que se arroja un resultado neto de -1,78 millones de euros,
mientras que a su vez presupuesta para 2022, esta vez en Primera RFEF –nueva
tercera categoría nacional–, unas pérdidas de explotación de -2,6 millones de
euros. Las pérdidas del ejercicio se verán incrementadas seguramente en algo
más de un millón adicional por gastos financieros que no incluyen de manera
recurrente cada temporada en el presupuesto del ejercicio. Por lo que en
definitiva, el Racing puede llegar a cerrar la temporada actual con un
beneficio de -4 millones de euros.
La Sociedad Anónima Deportiva racinguista encara
la temporada con una estructura de gastos similar a la de 2021, pero con 2,15
millones menos de ingresos, relativos a 1,25 millones de ayuda al descenso y
0,9 millones por venta de jugadores. Con este resultado presupuestado el club
alcanzaría los 8 millones o más de pérdidas bajo gestión de PITMA.
El conjunto cántabro año tras año es
inviable mientras no alcance el ascenso a LaLiga o bien reestructure por
completo su planteamiento de club, dejando de lado la consideración de grande y
asumir su nuevo rol de equipo promedio y que se basaría en gastar no más de lo
que se ingresa, como la gestión de la era Higuera, presidente previo al actual,
Alfredo Pérez.
Desde la llegada de PITMA los proyectos de
plantilla son de luchar por ser campeón realizando esfuerzos por el ascenso y
repitiendo cada año la misma apuesta y los mismos errores. Se ha pasado de
gastos de personal de 1,5-1,8 millones en 2016/2017 a 3-4 millones en la era
PITMA con similares ingresos.
Si nos fijamos en los gastos de personal,
se observa un evidente cambio de tendencia con la entrada de PITMA en la
propiedad y un año después en la gestión de la entidad. El cambio es
considerable, nada más y nada menos que en torno a 1,5 millones más en sueldos
y salarios que en las gestiones de Manuel Higuera, etapa caracterizada por la
austeridad.
Este cambio de gestión también es evidente
teniendo en cuenta la evolución de las indemnizaciones en los periodos
analizados. Los continuos fracasos y cambios de proyecto se visibilizan en 1,7
millones de euros por despidos en las recurrentes renovaciones de plantillas
deportivas cada temporada. Del total de ese gasto, 450.000 euros provienen solamente
de poner fin a dos ciclos de los encargados de configurar esos proyectos
deportivos desde el despacho. En 2020 el descenso de Segunda División a Segunda
B conllevó el cese del entonces director deportivo, José Luis "Chuti"
Molina, y en 2021 donde el club obtuvo la peor clasificación deportivo de la
historia lo que provocó el fin de la comisión deportiva formada por José María
Amorrortu, Pedro Menéndez y Cali Trueba, entre otros.
Las continuas incapacidades de la
propiedad en el área deportiva generan que cada año se deban aportar varios
millones para mantener la correcta actividad del club.
Eso se observa en el fondo de maniobra,
donde el disponible es insuficiente para cubrir el exigible a corto plazo. Es
decir, que las deudas a corto plazo son bastante superiores a los activos
corrientes. Pero es que adicionalmente, la diferencia (-2,6 millones de Fondo
de maniobra) no es asumible si quiera por los flujos de efectivo procedentes de
actividad de explotación del ejercicio. Una ausencia de autonomía frente al
pasivo recurrente cada temporada salvo en Segunda División, donde en 2020
gracias a los ingresos que aporta la televisión y el control económico de
LaLiga, el Racing genera suficiente superávit de caja en el área de explotación
para realizar pagos de deuda e inversiones.
La gestión de tesorería es totalmente
deficitaria en su actividad de explotación en Segunda B, mientras que en
Segunda genera caja. Es por eso que PITMA debe aportar dinero al club o
desinvertir con ventas de jugadores para generar caja suficiente que la
compense el déficit. Con ello, se observa cómo PITMA ha tenido que ir aportando
fondos (en capital y deuda) para generar caja suficiente que permita realizar
los pagos corrientes y hacer que el club siga operando en la temporada
deportiva. PITMA ha alcanzado los 20 millones de aportaciones hasta hoy y es
probable que para cierre de 2022 llegue a un total de 25 millones de euros.
De esta manera, la evolución de la deuda
del club con sus propietarios ha alcanzado los 19 millones de euros actuales. Y
entiendo que el año 2022 esa cifra alcance los 23-24 millones de euros de
pasivo en el balance del Racing con PITMA a través de dos de sus empresas,
Retlaw Cantabria y Management & Professional Sports Development. Todo ello
a razón de tipos del 4% y 9% con deuda de Retlaw Cantabria y Management &
Professional Sports Development.
Esas deudas de manera anual generan unos
intereses crecientes por las continuas aportaciones. Esta temporada 2021 los
intereses alcanzaron los 670 mil euros y de manera acumulada en los cuatro años
completos de gestión de PITMA alcanzan los 1,7 millones de euros con empresas
del grupo.
En total, el Racing ha aportado resultados
netos positivos al grupo PITMA por un total de 1,9 millones de euros en cuatro
años de gestión. Principalmente por los intereses comentados (-1,6 millones),
pero también por servicios exteriores (-1,5 millones), mientras que han
aportado a las arcas del club ingresos por publicidad en torno a 1,3 millones
de euros totales.
En conclusión en temas operativos y de
tesorería. El Racing va a tener que seguir recibiendo deuda de PITMA al menos
una temporada más (si con suerte se logra ascender), que será de 2 millones de
euros por pagos de concurso (julio y diciembre de 2021) y entiendo que otros
2,5-3 millones adicionales para pagos corrientes del ejercicio.
En relación a la situación patrimonial del
club cabe señalar que el Racing a día de hoy presenta equilibrio patrimonial
entre Capital y Patrimonio. Sin embargo, con las pérdidas presupuestadas de 2,6
millones (>3,5 millones reales) para 2022, el club entraría en desequilibrio
y causa de disolución (Capital Social < 50% del Patrimonio Neto) este
próximo junio. Por lo que en 2022 llegaríamos a una situación en la que el club
y la propiedad se verían abocados a una reducción o ampliación de capital
(según art.363 LSC) de al menos 2 millones de euros para restablecer al club a
una situación patrimonial sana y equilibrada. Es decir, o compensar pérdidas
acumuladas contra capital, o capitalizar deuda de PITMA como mínimo de 2
millones solo para librar el desequilibrio. Tan solo en estas dos temporadas
tras el descenso, la pasada y la actual, de donde se venía con una situación
patrimonial muy buena, el club reducirá su patrimonio neto de 8 hasta cerca de
2 millones de euros.
En el apartado fiscal, se sigue activando bases imponibles negativas, alcanzando ya los 46 millones (12 millones en cuota). En relación a ello, el Racing contempla, "sin dudas razonables", poder compensar 40 millones de euros (con beneficios fiscales futuros) en los próximos cinco años. El auditor lo considera razonable en su informe de auditoría.
Parece algo excesivamente optimista. Y
choca además comparándolo con el caso del Betis, que tiene registrados créditos
fiscales por 9 millones (3 millones menos que el Racing) militando en Primera y
su auditor (EY) pone en duda la capacidad del club para generar ganancias
fiscales futuras que permitan su compensación.
En cuanto a evolución de la deuda con AEAT
y del convenio de acreedores, el Racing ha liquidado la deuda pendiente con
Hacienda mientras que quedan todavía pendientes cinco pagos por 7,6 millones de
euros del concurso (a día de hoy cuatro pagos por 6,6 millones), el cual
vencerá a final del año 2024. Con todo, la deuda del concurso se ha reducido en
500.000 euros durante la temporada finalizada.
En definitiva, el Racing depende
totalmente y un año más del Grupo PITMA, el cual no solo va a tener que aportar
fondos por más de 4 millones, sino que deberá capitalizar como mínimo 2
millones de deuda para estabilizar el patrimonio de las cuantiosas pérdidas
acumuladas de los ejercicios bajo su gestión. El club santanderino alcanzará un
resultado negativo récord que debe verse amortiguado por el ascenso. De no ser
así y volver a fracasar en el objetivo tocaría ver qué movimientos tomará la propiedad.
¿Hasta cuándo pueden aguantar?
Si PITMA hubiera invertido en un principio un cuarto del total aportado hasta la fecha en un proyecto serio y profesional, no estarían hoy ni de lejos enterrando dinero tras cuatro años al frente. El club en Segunda sería y es totalmente autónomo, control económico mediante. La propiedad está en un punto de no retorno. Una relación en la que ni el Racing puede vivir sin PITMA –les necesita para sobrevivir–, ni PITMA sin el Racing, –no pueden dar por perdidos 22,5 millones en créditos al club–.
Audit Senior I en EY
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