El futbolista cántabro es una de las grandes revelaciones de Segunda División en su debut en el fútbol profesional
Los diferentes comentaristas de los partidos de LaLiga Smart Bank han destacado algo sorprendidos el despliegue de juego del capitán del Racing: Íñigo Sainz-Maza.
El joven de Ampuero, debutante en el fútbol profesional, sigue acumulando elogios de los medios, aficionados y técnicos especializados. Es una de las grandes revelaciones de la categoría y no es solamente una sensación subjetiva. Los números muestran que es uno de los jugadores diferenciales de la Segunda División.
El mediocentro racinguista es el segundo futbolista que más balones recupera con 115, uno menos que Boyomo, el central del Albacete, y uno más que Mellot, el lateral del Tenerife. Un cántabro entre dos franceses.
Pero no es ya que recupere balones... Cuando Íñigo tiene el esférico en sus pies es muy complicado quitárselo y es capaz de avanzar en conducción y romper líneas. Es el tercer jugador de Segunda que más faltas provoca con 35, empatado con Fuster y Arnáiz. Dos futbolistas ofensivos de muchísima calidad ya asentados en la categoría. El líder de esta clasificación es Aleix Febas, internacional en categorías inferiores y con 33 encuentros en Primera, con 42 faltas recibidas, y segundo en Nwakali con 37. Un internacional absoluto con Nigeria formado en la academia del Arsenal.
Íñigo ha llegado sin avisar a una zona en la que se mueven futbolistas de muchísimo talento. Con 24 años nunca estuvo en esa órbita de las selecciones inferiores y ha debutado muy tarde en el fútbol profesional. Fue una auténtica injusticia que se quedara sin minutos en la temporada 19/20. Oltra le llevó convocado al Tartiere en la jornada 41, pero no le dio minutos. Otros jugadores del filial como Martín Solar, Marco Camus, Siverio, Miguel Goñi o Tresaco sí tuvieron su oportunidad ya con el equipo sin opciones de permanencia. Obviamente ni Cristóbal Parralo ni José Luis Oltra adivinaron su potencial. Iván Ania sí le dio confianza en la pretemporada de Segunda B, en la 18/19 e incluso le convocó para el Racing 2 - UDL 2 en El Sardinero. Era mayo de 2019 y había entrenando con los mayores toda la semana llamando la atención en La Albericia. Entonces las sesiones de trabajo eran abiertas. Las buenas actuaciones de Aitor Buñuel le dejaron sin opciones... En la previa de aquel partido anunciábamos su posible debut poniendo por las nubes sus condiciones. Íñigo actuaba como lateral diestro y hasta de central siendo juvenil. Fue José Gómez el que comenzó a utilizarle de mediocentro en el Rayo Cantabria para aprovechar todo su potencial físico.
Anotó su primer gol con la primera plantilla ante el Deportivo en Riazor la temporada pasada, un tanto que seguro que se recordará durante años. Tiene llegada a gol, aunque ahora le toque implicarse más en labores defensivas y no tenga tanto recorrido hasta la portería rival. Parece que Íñigo está llamado a calar hondo en el racinguismo. Tiene contrato hasta 2026 y sabe comportarse como capitán tanto dentro como fuera del césped. Es ya una referencia en la grada y en el vestuario. No es sencillo portar la capitanía con esa solvencia y madurez. Ya lo fue del filial, aunque no es lo mismo dar ese salto al fútbol profesional y no arrugarse.
Íñigo Sainz-Maza no es solamente eficiente jugando al fútbol. En su vida personal ha logrado graduarse en Ingeniería Química sacando la carrera año por año... 51 kilómetros de ida y otros tanto de vuelta. Y eso que durante muchos años le ha tocaba hacerse el camino desde Ampuero a Santander a diario en coche, primero con sus padres y luego conduciendo él. Entró en las categorías inferiores del club santanderino en 2009. En la comarca del Asón se siente feliz. Este verano fue el pregonero de las fiestas con sus famosos encierros taurinos y hasta cofrade de honor del tomate y el pimiento de la zona.
COMENTAR